
Cometí muchos errores. Lloré por quién no debía, reí con falsas amistades, tropecé 2 veces con la misma piedra y cuando pensaba que no lo haría más, me empujaron y caí una 3ra vez. Perdoné mucho, demasiado. Callé "Te quiero's" que, por miedo, se quedaron por mucho tiempo en el aire. Hubo veces que me desperté con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mi. Grité con fuerza, pero mi voz no siempre salía y callé verdades por no hacer daño. Abracé a la persona que pensé que NUNCA me haría daño y me di cuenta que en realidad no se merecía ni en roce de mi piel. Tuve la sensación de volar más alto que las nubes en el lugar más insospechado. Descubrí que las caricias son más fuertes que los golpes y los besos pueden hacerte volar. Disfruté de pequeños detalles, y aprendí, poco a poco, en qué consiste la vida. Y el secreto de todo es NO ARREPENTIRSE DE NADA.
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